Buenas noches:
Estoy seguro que leerás esto alguna noche en la que me extrañes o en la que pienses que mis pensamientos ya no tienen todos tus nombres. Se escucha el ruido de fuegos de artificiales, pero no hay nada que celebrar, definitivamente desearía que la pólvora se mojase como se ahogaron todas nuestras ilusiones y nuestro reino de fantasía.
Me gusta acompañar mis despedidas con unas cuantas cervezas que me traen el sueño que de otra forma no podría conciliar, pero has sido especial en muchas cosas y en esta también. Esta despedida será de más de una noche de no encontrar la postura en la cama donde la culpa y el remordimiento me abrazarán hasta que me cueste respirar. Me cuesta mucho olvidar, lo sabes; y me produce mucho más trabajo el pensar que la culpa puede ser mia. Ahora me puedo imaginar tus palabras tatuándose en mi cabeza, regañándome por esa manía tan mia de no dejar de pensar en todo, de castigarme por todo... Quizás esa parte de mi tiene la culpa y también creo que fue la causante de que pudieramos edificar una historia tan maravillosa durante tanto tiempo. Me encantó acumular momentos a tu lado.
Nos va a tocar ser felices por separado, ya no habrá más besos en la espalda, no habrá sorpresas mañaneras ni tampoco alegrías nocturnas. Mis último adios te lo dejo en la nevera, enfriándose con nuestros sentimientos; al lado de las fresas con nata que tanto te gustaba compartir conmigo. Me tocará curar esta soledad sin ti.
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ResponderEliminardon't speak...