Léelo en alto cuando sientas que el silencio te ahoga:
Yo ya me he despedido con un beso robado de ti mientras duermes, creo que así será más sencillo. Se acaban los "buenos días" y sufrir juntos los piés fríos, eres la primera vez a la hora de que mi cuerpo no sea un remanso cálido por las noches, espero que con este hasta luego no sea la última.
Durante los primeros días hablaré de ti, mostraré las marcas que me has dejado y que nunca se borrarán y aunque luego no estés en mi boca tienes que saber que en mis recuerdos has robado para ti situaciones que muy difícilmente se me escapen. Te hablo todavía con tu dulzura acariciando mi ser y sin que tu fragancia haya abandonado nuestras sábanas y muchas de mis prendas pero siento que eres como esa moneda que te encuentras en el preciso momento en el lugar menos indicado, no puedo describir lo mucho que has valido.
Me voy, volveré. Quizás no cuando me necesites, volveré cuando sea necesario. Me voy antes de que te vayas y antes de que nos cansemos el uno del otro. Antes que la monotonía nos intoxique. Nos toca descansar el uno del otro. Estoy seguro que no es lo más justo, pero si lo correcto.
Esta última noche me voy descalzo para tenerte presente, para poder decirte "buenos días".
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