lunes, 26 de mayo de 2025

No lo haré

                                 Escribir sobre ella es la única forma que me queda de recordar toda la felicidad que vivimos juntos. Esta no es una historia feliz. Ya compartíamos apartamento Bea, la gata y yo. La convivencia comenzó a tener pequeñas rutinas que todavía me sacan una sonrisa. Éramos dos desastres pero nos queríamos y eso funcionó durante un tiempo. 

Los sábados a mi me gustaba salir a correr por la mañana. Ella prefería dormir un rato más. Antes de salir por la puerta dejaba que la gata entrara al dormitorio y se acurrucara a sus pies. Parecía planeado. No lo era. Corría un rato y luego volvía caminando al piso parando en alguna tienda en caso de necesitar algo para la comida del fin de semana. Al llegar al piso preparaba el desayuno para los tres. Primero la gata que en cuanto me escuchaba volver ya me esperaba con sus ojos abiertos de par en par sabedora que le pondría su cuenco de comida y el de agua. Luego el nuestro. No mentiré diciendo que preparaba algo especial porque no era el caso. Tazón de leche con cacao, para ella extra; con galletas con diseños de animales. Me gustaba acompañar su desayuno con una nota donde le escribía lo mucho que la quería y siempre recogía una margarita porque me recordaban a ella para colocarla como punto final de la nota. Llevaba su desayuno a la cama y cuando me acercaba con el mío la gata venía tras de mi. Ella se despertaba y tomaba una cucharada con más cacao que leche y remojaba un buen puñado de galletas en leche. Las comía como si fueran cereales. Yo me tomaba mi leche mirando como disfrutaba del desayuno. Cuando terminaba con el tazón leía la nota y con una gran sonrisa me daba un abrazo que alguna vez amenazó con derramar toda la leche de mi tazón sobre la cama. Tras eso ya podía empezar el día.


Era otro sábado normal en el que volvía de correr. Me sorprendió no ver a la gata esperándome al abrir la puerta. No fue hasta que llegué a la cocina y vi preparado un tazón para mi que lo entendí. Al lado de mi tazón había una nota como las que yo hacía. En ella Bea me decía que me quería mucho, que fue muy feliz a mi lado, que me iba a extrañar toda la vida y una serie de halagos que precedían al golpe mortal. Se iba del piso y de mi vida. Necesitaba un cambio. La parte de la nota que sujetaba se arrugó por mi agarre. Temblaba y no sabía describir el motivo. En la misma nota me avisaba cuando iría a recoger sus cosas y que no se lo pusiera más difícil. Era como una primera clase de boxeo, me daban tantos golpes y no sabía por donde me venían. Al final del texto también había una flor, una Myosotis. También conocida como Nomeolvides. Me senté en una silla mirando aquella flor. Todavía estaba su aroma en el aire.


-No lo haré.

miércoles, 30 de abril de 2025

Abril

 Derramaste tanta lluvia
sobre mi río
que llegó la primavera
y estoy desbordado.

No acepto la despedida,
no es tiempo de que la hoja caiga,
difícil asumir que así es la vida
no floreceré en tierra árida.

sábado, 26 de abril de 2025

Quizás en otra vida

 Llenarte la cara de besos de buenos días,
tus besos en la mano de buenas noches,
la mascarilla en los otros pies,
dibujarnos,
mirarnos en silencio,
reír.

Hacer intercambio de meriendas,
cocinar juntos para nuestra gente,
bailar juntos como si no nos mirara nadie,
desnudarnos,
acompañar los momentos,
reír.

Diseñar nuestra historia a medias,
escribir nuestro relato de vida,
presentarnos a quien queremos,
cuidarnos,
compartir la carga,
reír.

Caminar del brazo como abuelos,
no soltarnos la mano ni cuando tememos,
reparar lo que otros rompieron,
besar,
abrazar bien fuerte,
reír.

Recorrer el camino de tus lunares,
que descubramos todos nuestros lugares,
emocionarnos descubriendo que significa nosotros,
amar,
disfrutar de nuestras parvadas
y siempre reír.


Me aferro a la última parte de ti que conservo porque no quiero que mi último recuerdo de ti sea toda esta tristeza.

martes, 1 de abril de 2025

Marzo

 Enjaulo días y recuerdos,
con barrotes de personas a las que no le importo,
nada de lo que digo funciona,
nada de lo que hago es escuchado.

Me fui y no quise volver,
volví y me ahogo en lo que encontré,
detesto la idea del mañana
y no encuentro refugio en el ayer.

Está siendo una larga travesía sin rumbo
y todas mis huellas se borran en el camino,
si alguien tiene valor
que me busque y se comporte como un amigo.

martes, 11 de marzo de 2025

Días de lluvia

 Eras mi refugio
en los días de tormenta,
ahora el huracán con tu nombre
ha arrasado todo.

Llueve.
Duele.

martes, 4 de marzo de 2025

Solitario

 Tengo un vacío en el pecho que crece
cada vez que recuerdo
que acumulo momentos que no viviremos.
Se alimenta cada día
de todos los memes que no compartimos,
de todas las películas que no comentamos,
de todos los mensajes que no enviamos
de todo el silencio que intercambiamos.
A veces llora, a veces sangra,
no puedo decir que duele
porque cuanto más crece
más cerca de decir que no siento nada.

Tengo un vacío en el pecho que no se ve
pero que sueña con sustituirme,
ha engullido tanto de mi
que en ocasiones no sé si es él el que os escribe.
Soy su piel de cordero,
su matrioshka más grande,
el cascarón que algún día dejará de interesarle.
Ya no quiero ser esto,
no quiero sentir nada,
que este vacío se muera
con todas las personas que lo llenaban.

lunes, 3 de marzo de 2025

Ojos color café

 Hoy me desperté amándote
aunque cada día te quiero,
hoy me acostaré llorándole
a tu recuerdo color desvelo.

Desbarato todos mis pensamientos
para conservar mi afecto
emborrono quien fui
por calentarme en la lumbre de lo que siento.

Ruego cada noche
para que la vida te trate como a mi me gustaría,
que cada amanecer te abrace
y que antes de ir a dormir sonrías.